Existen mitos en la población cuando se habla de invertir el dinero. A veces muchos piensan que para poder hacerlo se debe tener grandes sumas de recursos, que solo se puede invertir en la industria inmobiliaria o en las conocidas bolsas bursátiles. Sin embargo, esto está lejos de ser cierto.
En el mercado existen productos financieros como las inversiones que hacen crecer aún más el dinero y que puede realizar cualquier persona sin importar la cantidad de dinero que tenga como capital. Kimberly Quesada, gerente de captación de Coopenae, asegura que invertir es posible si se tiene un plan financiero.
“Una persona ahorrante normalmente inicia ese ahorro con montos bajos que, por medio de un adecuado plan financiero y compromiso personal, va aumentando conforme pasa el tiempo, lo cual les genera un capital adicional al monto que requerían para su objetivo específico, mismo que podrán utilizar para hacerlo crecer. Cuando la persona logra tener este capital adicional lo recomendable es evolucionar a instrumentos de inversión que les generen rendimientos más altos y donde sus fondos puedan ir creciendo de forma natural gracias a estas herramientas, para ese momento la persona pasa de solo ahorrar para objetivos específicos a invertir para aumentar su patrimonio”, explicó Quesada, quien dijo que no es necesario que ese capital sea de un monto alto.
¿Cómo se puede iniciar un plan de inversión? La experta da cuatro pasos fundamentales como el compromiso, tener un objetivo claro, desarrollar una estrategia y darle seguimiento:
1. Compromiso: estar comprometido en utilizar un capital para invertirlo y no utilizarlo para otras acciones. Es muy importante saber cuál es mi capacidad de invertir, recordar que el objetivo siempre debe ser mejorar el patrimonio sin poner en riesgo la situación financiera actual.
2. Objetivo: el saber qué se quiere lograr con la inversión, ya que permitirá definir el plan de inversión a adoptar y se ligará a la meta a alcanzar. Es importante recordar que existen muchos instrumentos de inversión que se adaptan a las necesidades puntuales de la persona.
3. Estrategia: es fundamental asesorarse en una institución de confianza, con amplia trayectoria, supervisada por SUGEF y que ofrezca rendimientos no solo atractivos sino seguros. Hay que recordar que, a mayor tasa, mayor riesgo. Dentro de la estrategia, el conocer el perfil de inversor que se puede adoptar será primordial para entender qué productos se adaptan a las necesidades de cada persona.
Perfil conservador: valora la estabilidad en sus inversiones y no está dispuesto a asumir volatilidad en sus rendimientos, aunque esto suponga no beneficiarse de una ganancia elevada en el tiempo.
Perfil moderado: busca una inversión balanceada, tomando un poco más ventaja que un inversor conservador, asumiendo un nivel de variabilidad superior, pero a la vez controlado y con la expectativa de conseguir mejores rendimientos.
Perfil dinámico: su prioridad es rentabilizar su dinero y obtener ganancias en el tiempo, aunque esto suponga asumir mayor variabilidad y riesgos en sus rendimientos.
4. Seguimiento: una vez que la persona decidió invertir, es importante que pueda mantener un seguimiento constante no solo de la situación de sus fondos, sino de aspectos macroeconómicos que pueden afectar sus dediciones de inversión a futuro.
La cantidad del dinero que dispongamos para invertir será el capital semilla que le permitirá cumplir con su plan de inversión a futuro, esto se logra destinando una cuota que se adapte a las posibilidades de la persona y depositándola de forma periódica.
Algunas herramientas de inversión que tiene la cooperativa son los llamados CDP´s, los cuales se pueden abrir con un monto mínimo de ¢25.000 y los ahorros FIC36 y FIC60, que tienen la opción de que el asociado defina el monto.
Quesada asegura que siempre es conveniente diversificar las inversiones, ya que brinda la posibilidad de rendimientos variados y disminuye el riesgo de concentración por tener todo el capital en un mismo instrumento.