¿Quién es Cami?
A sus 15 años, Camila Murillo Sandí es una joven que lleva el boyeo en la sangre. Estudiante del Colegio Técnico Profesional Cotepecos, cursa un técnico en contabilidad y costos, pero su verdadera aspiración es estudiar agronomía para fusionar su pasión por el campo con su formación académica.
Ha dedicado diez de esos años a una tradición profundamente arraigada en Costa Rica: el manejo de bueyes y carretas. Su pasión por esta actividad no solo la ha convertido en una joven boyera comprometida, sino que también le ha valido el reconocimiento como homenajeada en el desfile del 9 de marzo en San Antonio de Escazú.
Desde pequeña, Camila ha estado rodeada de la cultura boyera gracias a la influencia de sus tíos, quienes trabajan en la agricultura, aran la tierra y amansan bueyes. Hace apenas un mes, ella misma se convirtió en dueña de un par de bueyes muy especiales, conocidos como "cara bonita" porque solo su rostro es de color negro. Con ellos se prepara arduamente para el desfile, asegurándose de que sean mansos y estén listos para recorrer el largo trayecto. "No cualquiera jala una carreta", dice con orgullo.
Para Camila, el boyeo es mucho más que una tradición: es un estilo de vida. Disfruta compartir con la gente en los desfiles y aprender sobre las distintas formas de boyeo que existen en Costa Rica. Su compromiso con la cultura del país también se refleja en su educación. En el colegio, expuso en Cívica sobre las expresiones culturales más bellas del país, demostrando que su pasión va más allá de la práctica, pues también busca difundir el conocimiento sobre estas tradiciones.
A pesar de la singularidad de su oficio, Camila nunca ha enfrentado problemas de acoso o bullying en la escuela por ser boyera. Al contrario, siente orgullo de su identidad y del legado que representa. Para ella, este camino es para toda la vida. "Solo Dios sabe por qué hace las cosas", reflexiona.
El 9 de marzo, Camila Murillo Sandí desfilará con sus bueyes en San Antonio de Escazú, un evento que reafirma su compromiso con la tradición boyera y que, sin duda, será un momento inolvidable en su joven pero significativa trayectoria.
