En Latinoamérica, entre 12 y 31 de cada 100 personas padecen la Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERGE) y los pacientes adultos, entre 18 y 65 años, sufren los síntomas típicos del padecimiento al menos 2 veces por semana.
En Estados Unidos, de los más de 60 millones de personas que experimentan síntomas por la Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERGE), se estima que el 25% siente esas molestias diariamente.
Si esos síntomas no son tratados de una forma adecuada, pueden provocar complicaciones y afectar la calidad de vida del paciente.
Por esta razón, cerca de 200 especialistas de Latinoamérica se reunieron en el más reciente GastroForum, evento científico orientado a actualizar a los médicos de la región sobre las innovaciones que les permitirán ofrecer una atención integral y un mejor cuidado a sus pacientes con ERGE.
La ERGE es una patología crónica que se origina cuando los alimentos se devuelven del estómago al esófago.
Sus principales causas están asociadas a factores como el embarazo, tabaquismo, la ingesta de alcohol, el consumo de ciertos medicamentos, la obesidad o sobrepeso.
Síntomas de ERGE
1.Dolor en el pecho
2.Nauseas
3.Dificultad al tragar
4.Tos crónica
5.Ronquera
6.Vómito persistente
7.Pérdida de peso sin motivo
8.Pérdida de apetito
Fuente: National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases
Como parte de la agenda del evento se presentaron temas relevantes con importantes hallazgos y recomendaciones para los pacientes, entre los que destacan:
Evaluación del paciente con ronquera y disfonía y su relación con la ERGE’. Se muestran hallazgos de cómo algunos pacientes han presentado alteraciones en su voz; algunas de ellas severas; afectando considerablemente la laringe y faringe.
Además, invita a considerar la intensidad de síntomas, capacidad de hacer cambios en el estilo de vida y la relevancia de que los pacientes puedan comprender su diagnóstico y los pasos a seguir de la mano con los especialistas.
Buenas prácticas en el manejo del sobrepeso y la obesidad y su relación con la ERGE. El sobrepeso y la obesidad se ha convertido en un desafío a nivel mundial y Latinoamérica no es la excepción, pues según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), esta región cuenta con la mayor prevalencia, reportando un 62.5% adultos con sobrepeso u obesidad.
En los últimos años se intentado construir el concepto de que la obesidad no es un factor de riesgo, sino una enfermedad en sí misma.
Es por ello, que especialistas recomiendan mantener un peso saludable para lograr un mejor control de la enfermedad e incluso disminuir entre el 5% al 10% del peso corporal en el primer semestre del tratamiento, pues esto ayuda a lograr mejores resultados para el paciente. No existe una pauta de ejercicio universal, la dieta ideal o el abordaje farmacológico óptimo; cada paciente requiere un manejo individualizado.
La microbiota y el síndrome digestivo irritable: ¿Dónde estamos en el 2022?’. Se enfatiza en la importancia del buen funcionamiento de la flora intestinal, la cual, convierte los elementos dañinos en sustancias menos tóxicas.
Datos demuestran alteraciones en el microbiota intestinal en diversas enfermedades, aunque no se ha encontrado una relación causal. Se calcula que el intestino cuenta con aproximadamente un 60% de las células del sistema inmunitario, considerándose uno de los órganos más importantes en la función de defensa del cuerpo, por lo que la ingesta de alimentos decuados, hidratación y el control del estrés y la ansiedad son fundamentales para el equilibrio de la flora.
“Debemos educar a los pacientes sobre la importancia de realizar cambios en los estilos de vida, y aunque en muchas ocasiones esto puede ser muy retador, a través de un plan de acción claro, apoyo constante de especialistas, esfuerzo y conciencia del por qué se deben aplicar estos cambios en las rutinas diarias, se logrará una mejora en la salud a largo plazo,” explicó el Dr. Esteban Coto, Director Médico de AstraZeneca para Centroamérica y el Caribe.
Una vez que el paciente esté en control con un especialista, se recomiendan cambios en el estilo de vida como dejar de fumar, modificar hábitos alimenticios, optar por una dieta más saludable evitando alimentos ácidos, frutas cítricas, chocolate, café, comidas condimentadas y altas en grasa, cenar de 2 a 3 horas antes de ir a dormir, elevar la cabeza en la cama si los síntomas empeoran, tomar los medicamentos con suficiente agua e implementar actividad física.