En Costa Rica los hurtos digitales se han convertido en una problemática cotidiana para toda la población y así lo evidencian cifras del OIJ, pues el 98% de los fraudes que se reportan actualmente ante esta institución son de esta clase.
Para hacerle frente a esta situación, BAC ha procurado mantenerse a la vanguardia con lo último en avances para detectar estas acciones intrusivas y poner en alerta a sus clientes ante algún tipo de vulneración.
“Contamos con tecnología que analiza el 100% de nuestras transacciones en tiempo real, basada en calificaciones de riesgo y otras variables, las cuales detectan anomalías en las transacciones, con el fin de rechazar las que tienen probabilidad de ser estafa. Estas reglas parametrizadas de nuestra Unidad de Prevención y Fraude se alimentan con apoyo de estadísticas y análisis de comportamiento, lo que permite calibrarlas según las últimas tendencias de timos y nos ayuda a detectar de forma más precisa si un movimiento es o no fraudulento”, explicó Laura Moreno, vicepresidenta de Relaciones Corporativas de BAC.
Una muestra de lo anterior es lo que la ejecutiva llamó “reglas de condiciones de velocidad”; por ejemplo, antes los ladrones extraían grandes cantidades de dinero y eso era sospechoso, entonces, en su momento, la entidad ajustó la regla para esto. Posteriormente, el método consistió en sustraer montos pequeños, similares y frecuentes, que juntos suman una gran cantidad, entonces también debieron
adaptarse.
Por otra parte, el banco mantiene un monitoreo constante para identificar páginas falsas que intentan suplantar a las oficiales del BAC para darles de baja, e informa de inmediato a sus clientes cuando aparecen casos. De igual forma, maneja listas negras de dispositivos móviles rastreados y vinculados a actividades ilícitas.
“Para BAC Credomatic, brindar seguridad a sus clientes durante el uso de plataformas digitales es de suma prioridad, por lo que instauramos el doble factor de autenticación para ingresar a nuestros sistemas y realizar transacciones; ya no es solo usuario y contraseña, sino también se debe colocar el código BAC, el cual se genera automáticamente al ingresar a la aplicación Banca Móvil y antes de realizar los movimientos dentro de la cuenta”, agregó Moreno.
En el caso de las transacciones, también se implementó el uso del OTP (One Time Password) como un factor adicional para poder llevarlas a cabo. Otra de las opciones de seguridad que se ofrece a los usuarios es el poder definir/matricular los dispositivos electrónicos de confianza y desde los que ingresan a los sistemas. Esto le permite a la entidad bancaria estar pendiente de si un intruso pretende acceder desde otro artefacto y así activar las alertas.
Adicionalmente, los clientes de BAC también pueden bloquear en línea sus tarjetas ante cualquier sospecha de fraude o pérdida de estas.
Otro de los avances que se implementará en las próximas semanas será la biometría facial o validación de identidad por medio del rostro, dentro del proceso digital de transacciones que se llevan a cabo desde su aplicación Banca Móvil.
Esta herramienta fortalecerá el flujo de transacciones que ocurren a través de la aplicación con una capa de seguridad adicional y pertinente, pero se habilitará únicamente en transferencias por SINPE que el sistema considere necesario.
Desconfianza. La gran parte de las estafas electrónicas suceden con apoyo de la “ingeniería social”, esto consiste un conjunto de métodos y habilidades empleadas por los cibercriminales para engañar a los usuarios, con el propósito de que les faciliten sus datos confidenciales.
En Costa Rica, los tres timos más frecuentes de esta clase son: el supuesto colaborador del Departamento de Prevención de Fraude, la llamada tripartita y la falsa oferta de empleo; no obstante, el BAC tiene a disposición de todo el público un sitio web (https://www.baccredomatic.com/es-cr/seguridad) donde se registran todas las modalidades de fraudes detectadas y se explica, mediante
tutoriales, cómo es el modus operandi de cada una de ellas.
“Al momento en que interceptamos o se reporta una estafa, analizamos cada caso para conocer cómo se llevó a cabo y evitar que vuelva a suceder. De igual forma, ponemos especial atención a acontecimientos que involucran a poblaciones vulnerables, como por ejemplo adultos mayores, con el fin de brindarles el acompañamiento necesario para que no sean víctimas o reincidan en este tipo de afectaciones”, detalló Moreno.
La ejecutiva también insistió en que la prevención es la principal forma de evitar estas situaciones y pide a la población ser más cauta con su información sensible. Asimismo, BAC ofrece el único seguro en el mercado costarricense que protege contra fraudes digitales, y que además respalda de aquellos que implicaron ingeniería social.
De este modo, se brinda un respaldo a través de licencias, integradas en una robusta suite de seguridad, cuyos planes y precios van entre los USD$ 3.5 y USD$ 7.5 mensuales, con una cobertura de hasta 9 dispositivos y sumas aseguradas de casi USD$ 5 mil. Para conocer más sobre este producto, puede ingresar a https://www.baccredomatic.com/es-cr/personas/seguros?categoria=destacados.
“Entre enero y agosto del 2022 se han disminuido en un 51% el monto de fraudes cometidos con respecto al acumulado de todo el año anterior. Esto se ha logrado gracias a que ha habido una importante detención de bandas dedicadas a esto y se han robustecido las reglas de monitoreo del banco”, concluyó Moreno.