El sector fintech ha mostrado una tendencia creciente en los últimos años. De acuerdo con el estudio “Fintech en América Latina y el Caribe 2022”, elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el crecimiento del sector en Costa Rica ha sido del 72% anual, en promedio, entre el 2017 y 2021.
Asimismo, el reciente informe “Mapeo de la oferta Fintech en Costa Rica”, desarrollado por la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) mostró que en el país operan 45 empresas fintech, logrando un impacto directo en el crecimiento económico nacional y en la generación de empleo. No obstante, estas empresas tecnológicas también han señalado dificultades a la hora de buscar profesionales capacitados según los requerimientos que necesitan para sus operaciones.
Pero ¿cuáles son esas habilidades o “skills”, que las fintech buscan a la hora de contratar personal? De acuerdo con Johnny Robles, Chief Technology Officer (CTO) de IMPESA, fintech de origen costarricense con alcance global, lo primero es definir el área interna en la cual se requiere contratar el colaborador. “En las fintechs hay diversas áreas o departamentos que permiten el funcionamiento correcto de la empresa; entre ellas, los departamentos, administrativos, técnicos, de marketing, financieros, y tecnológicos. En cuanto a perfiles más específicos, existen puestos como desarrolladores de softwares y aplicaciones móviles, ingenieros, diseñadores de UX/UI, expertos en growth hacking, project managers, entre otros. Todas estas áreas y perfiles son indispensables para el funcionamiento de una fintech”, explicó.
Añadió que, dentro del área de tecnología, el cual es el centro de la empresa, se necesitan personas con conocimientos en tecnologías modernas, y, sobre todo, enfocadas en Internet. Por ejemplo, tecnologías de desarrollo web, desarrollo de API’s, desarrollo de micro servicios, aplicaciones móviles; es decir, todo lo referente a conectividad a través de Internet.
Este tipo de conocimiento en sus colaboradores, por ejemplo, ha permitido que IMPESA sea una de las pocas empresas en la región que tiene 4 años consecutivos de ser certificada PCI-DSS, una certificación que implica un proceso muy estricto de requerimientos para ser otorgada. Además, de que la empresa cuente con alianzas con empresas globales como Visa, PayPal, y Jumio.
También es muy importante que los interesados en laborar en una empresa fintech tengan conocimientos en ciberseguridad. Pero esto no sólo desde la perspectiva normativa, sino desde la parte técnica y tecnológica. “Esto significa que la persona debe entender cómo proteger sistemas digitales, defenderse de ciberataques, y actuar ante una ciberamenaza, entre otros riesgos que existen actualmente y que pueden afectar seriamente a una organización”, añadió Robles.
Otra habilidad buscada por las fintech, agregó el CTO de IMPESA, es la velocidad en el aprendizaje. “Los colaboradores de una fintech no pueden llevar un ritmo de aprendizaje similar al de una empresa tradicional. La misión de una fintech es adelantarse a cualquier situación de mercado para tener la solución antes de que suceda”.
La capacidad de adaptarse a la flexibilidad laboral es otro de los puntos relevantes a la hora de trabajar en una fintech. Esto porque, la mayoría de estas empresas, operan mediante una modalidad de trabajo híbrida. “No es un trabajo 100% de oficina pensado en estar sentado en un horario de 8 a 5. También, la dinámica impulsa, por ejemplo, que un día se esté trabajando en la casa, otro día en reuniones en una oficina. Asimismo, otro día puede hacer su trabajo 100% virtual”, afirmó Robles.
Además, añadió, es muy importante tener capacidad de trabajar en equipo, específicamente con equipos multidisciplinarios y de diferentes regiones del país y del mundo. “Algo clave en IMPESA es trabajar con personas que están en otros países, un elemento que nos destaca es que contamos con equipos multiculturales. Debido a esto, otra habilidad fundamental también es el manejo del idioma inglés. En nuestro caso, trabajamos mucho con empresas que están en Estados Unidos para diversos desarrollos, por lo que el tema del lenguaje es fundamental”, recalcó el CTO.
Áreas específicas en tecnología
Robles señaló que, entre las áreas tecnológicas, no solo es necesario saber de la plataforma Microsoft y Google Cloud. También se busca conocimiento en tecnologías open source, nubes, programas y hacer deployment de servicios en nubes. Además, saber sobre desarrollo de sistemas de alta escala y alta demanda; es decir, desarrollos que tengan escalabilidad y demanda desde los cien hasta millones de usuarios sin que se dé una afectación en el sistema.
“Precisamente, allí es donde está el valor de la empresa. Que sus productos puedan permitir escalar rápidamente a los millones de usuarios sin necesidad de hacer grandes cambios o grandes inversiones en tú plataforma. Hay que saber cómo se fabrican ese tipo de sistemas”, comentó Robles.
Adicionalmente, afirmó, las personas que sobresalen en las áreas técnicas son las que buscan generar nuevas habilidades fuera de sus áreas de estudio universitario, por ejemplo, que busca aprender y actualizarse sobre tecnologías de desarrollo que se impulsan en el mercado. Entre ellas, CX, UX/UI o Web3.
Otra habilidad, es la de poder acoplarse a ambientes de alta incertidumbre. Esto en el sentido de que se va a trabajar en construir sistemas que pueden funcionar a la perfección, pero que también pueden fallar en el desarrollo o se puede desechar e iniciar inmediatamente a trabajar en otro desarrollo.
¿Cuáles son los conocimientos más difíciles de encontrar en el país?
El CTO de IMPESA, además señaló las áreas de conocimiento más difíciles de conseguir en Costa Rica. Entre ellas destacan Cloud Computing como Google Cloud, Amazon Web Services, Microsoft Azure; y regulaciones en seguridad informática como PCI e ISO 27000. Además, lenguajes de programación como Nodejs, Typescript, Angular, React; conocimientos en sistemas distribuidos de alta capacidad y alta demanda; paradigmas de deployment en la nube como PAAS (Platform as a Service), SAAS (Software as a Service), IAAS (Infrastructure as a Service).
“Para trabajar en una fintech, se necesita tener la actitud de no detenerse en la búsqueda de adquirir nuevos conocimientos; para ello, investigar por mi propia cuenta es fundamental. Así como tener una gran curiosidad por aprender cosas nuevas, y, sobre todo, de sentirse cómodo experimentando con tecnologías que quizás no conoce; es decir, salirse de la zona de confort en cuanto a la tecnología, y a los retos que conlleva trabajar en una fintech o en una start-up. Conmigo, por ejemplo, trabajan jóvenes, que la diferencia que tienen con otros profesionales es que no siempre están en constante movimiento, no se quedan solo con lo que aprendieron en la universidad, sino que buscan formarse y auto-agregarse valor por ellos mismos, para aportar a su trabajo y mantenerse actualizados del día a día en su área de desarrollo profesional. El conocimiento ahora está en una pantalla, lo que hay que hacer es sacar el tiempo para accederlo. Un problema con el que nos encontramos es que existe la demanda por profesionales de este tipo, pero la oferta en el país es muy corta”, concluyó Roble.