El pasado domingo 25 de setiembre la familia escazuceña disfrutó del delicioso picadillo de San Miguel, una actividad coordinada por varias personas de la comunidad quienes acudieron al sacerdote en apoyo con más de una semana de organización para no dejar morir esta hermosa tradición.

"Una vez que el sacerdote nos informó que la contraloría le había indicado al Municipio que no tenía recursos para alimentos, nos organizamos y en conjunto con el Centro Agrícola Cantonal, las fuerzas vivas del cantón y La Casona de Laly nos unimos con amor y esfuerzo por Escazú para llevarle el gallito de chicasquil a todos", comentó Manuel Flores director de Mundo Escazú.

 

 

De inmediato se tomó el teléfono y se preguntó quienes podrían realizar y tener la receta, un grupo de mujeres de San Antonio de Escazú vecinas que sin interés económico donaron su tiempo a la comunidad, horas coordinando quien donaba el chicasquil, coordinado con Talía Jiménez Agüero.

 

PICADILLO DE

 

De inmediato se organizaron conversatorios los cuales se transmitieron en vivo desde la casa de Zeneida Rodríguez en San Antonio de Escazú donde con la coordinación de Luisiana Toledo se encontró una cocina de leña en el Monte Carmelo para desde el sábado a las 7:00 am iniciara la labor de picar los chayotes, la papa, y el proceso de Chicasquil.

Agradecerle a Andrés Agüero de Panterd Supermercado, a Patty de Taquería Patty en San Antonio, a la familia López, a la cocinera Laura Vargas Vargas que trabajó al 100% sin ningún pago de por medio por amor a nuestro cantón, a don Pedro Toledo por el tiempo y el compromiso, a Susan Sandí Marín que se metió en la cocina, doña María y Marcela González Fernández, a Cristhian con sus Bueyes quien llevó por las calles de San Antonio los ingredientes, a Sergio Acuña con la gran labor y a don Carlos Abarca Fernández por tener el fuego a punto y su ayuda en la elaboración de la receta.

 

DE

 

A La Casona de Laly gracias por el apoyo y por supuesto al padre Marvin Benavides y a todos los vecinos que llegaron por su gallito de Picadillo de San Miguel.

Un trabajo en conjunto, Ad honorem para la comunidad, atendiendo a un llamado de la parroquia San Miguel Arcángel.