Lo que ahora se conoce como Santa Ana, antes era parte del cantón de Escazú. El proceso de la colonización de Santa Ana se remonta al siglo XVI.
Como dato interesante, la historia comunica que en Santa Ana hubo una cárcel donde estaba ubicado antiguamente el Banco Nacional.
La población se fue agrupando en tierras, en su gran mayoría, propiedad de Jerónimo de Retes, quien en su momento fue el alguacil mayor de Cartago.
Se presume que Retes obtuvo esas tierras por gracia de la Corona Española, en reconocimiento a sus servicios, y luego serían parte también de sus 4 hijas.
Según la historia, aproximadamente en el año 1817, doña Ana María Cadenas, residente en San José, era la dueña de casi todo lo que hoy se conoce como Santa Ana; y habría regalado una franja de terrenos con gran tamaño, la cual iba desde la calle Real (entre río Uruca y Corrogres) hasta Matinilla, con el fin de que fueran poblados y cultivados, en ese momento.
Otro de los datos interesantes, se basa en que el dueño, en su momento, del sector donde está ubicada la actual Iglesia y la Parque de Santa Ana; lo donó antes de morir.
Por su parte, además, desde el cantón de Escazú llegaron a Santa Ana a poblar parte del nuevo cantón; Félix, Juan, Francisco y Andrés Sibaja.
Según el censo de 1864, en Santa Ana había apenas 1.068 habitantes.
Sin embargo, fue avanzando y hasta después del año 1870 Santa Ana comenzó a progresar y hacerse todavía más grande en muchos temas.
De esta manera, el Gobierno del General Tomás Guardia, estableció la primera alcaldía en Santa Ana, ubicada en Río Oro.
Así mismo, el decreto de la alcaldía creyó importante ubicarla en un lugar alejado de "Villa de Escazú”.