Sin importar si la responsabilidad del percance vial fue del motociclista o de otro actor vial, el uso del casco, y bien puesto, puede marcar la diferencia entre la vida o la muerte.
Según estudios internacionales, el casco en el motociclista puede reducir hasta en un 65% las lesiones graves en la cabeza, tras un accidente.
Pese a la evidencia contundente de los beneficios de llevar el casco, y bien amarrado, cada 2 horas, en promedio, la Policía de Tránsito hace una multa de ¢123.000 por este irrespeto, sea de quien conduce la motocicleta o porque el acompañante no lo porta o lo lleva suelto.“Como sociedad, debemos cuestionarnos por qué debemos amenazar con multas, y aplicarlas, para obligar a una persona a protegerse en carretera o proteger a su amigo, a su pareja, a su hijo, a su hermana, cuando los traslada en la motocicleta.
Y no se trata solo de ponerse el casco, es llevarlo bien amarrado, porque de nada sirve llevarlo puesto, si en un accidente, el casco sale por un lado y el motociclista por otro”, reflexionó Oswaldo Miranda Víquez, director de la Policía de Tránsito.
En lo que va del año, se confeccionaron 2.677 boletas por este tema, 1.714 por no llevar o llevar mal puesto el casco quien conducía la motocicleta y 963 multas por permitir esa conducta en el acompañante.