RubenTop Feb 2022

La pérdida auditiva no es solo un problema individual: afecta a toda la familia. Como bien lo resume American Speech-Language-Hearing Association (ASHA) en sus guías de orientación familiar: “Escuchar mejor es vivir mejor, para todos”.


Los audífonos modernos cuentan hoy con tecnología de punta: son discretos, cómodos, inalámbricos, se conectan al celular y están diseñados para integrarse a la vida diaria con total naturalidad. Aun así, muchas personas que los necesitan se resisten a dar el paso de utilizarlos.


La negación es frecuente. De hecho, los reportes de Hearing Loss Association of America (HLAA, 2022) sobre la incidencia de la pérdida auditiva destacan que pueden pasar entre 7 y 10 años desde que aparecen los primeros síntomas hasta que la persona busca ayuda profesional.


Esta resistencia no se debe únicamente a la falta de información, sino también a factores emocionales, sociales y culturales. El World Report on Hearing 2021 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que más de 430 millones de personas en el mundo viven con pérdida auditiva discapacitante, y que el retraso en el tratamiento puede tener efectos negativos en la salud, el bienestar y las relaciones personales. Las causas son diversas: desde factores genéticos y envejecimiento, hasta infecciones, lesiones o exposición prolongada al ruido.


Otra de las limitaciones es que a muchos adultos les da pena usar audífonos, porque sienten que se ven muy grandes y llamativos. Sin embargo, como se mencionó líneas arriba, hoy existen modelos mucho más discretos y casi imperceptibles, lo que facilita su uso sin incomodidad social.


¿Por qué cuesta tanto aceptar los audífonos?

La audióloga Hellen Alfaro, de JR Sánchez Audiología, explica que la resistencia se debe a múltiples factores:


●Estigma y prejuicios: aún se asocian los audífonos con “vejez” o “discapacidad”, cuando en realidad son dispositivos tecnológicos avanzados que favorecen la integración social.
●Miedo a la dependencia: persiste la idea errónea de que usarlos significa perder autonomía, cuando en realidad devuelven la independencia.
●Minimización del problema: quienes tienen pérdida auditiva progresiva tienden a pensar que “no es tan grave” o que pueden arreglárselas sin ayuda.
●Acostumbrarse al silencio: algunas personas se adaptan a oír menos y no se dan cuenta de cuánto están perdiendo en su vida social, familiar y laboral.


Un artículo clínico de Mayo Clinic: Hearing aids: How to choose the right one (2023) enfatiza que tratar la pérdida auditiva no solo mejora la comunicación, sino que también ayuda a prevenir el aislamiento social, la depresión y el deterioro cognitivo en adultos mayores.


Claves para hablar del tema con un ser querido

La experta Hellen Alfaro JR Sánchez Audiología enfatiza que abordar la conversación requiere empatía, paciencia y un enfoque positivo. Estas son algunas de sus recomendaciones:


●Escoja el momento correcto: Busque un espacio tranquilo y hable desde el cariño, no desde la crítica.
●Mencione ejemplos reales: Señale situaciones donde la pérdida auditiva afectó la comunicación, sin culpas ni reproches.
●Enfatice los beneficios, no las limitaciones: Explique que los audífonos ayudan a recuperar la independencia y la calidad de vida.
●Apóyese en historias de éxito: Conocer experiencias de otras personas reduce temores y prejuicios.
●Invite a una evaluación profesional: Un primer chequeo con un audiólogo brinda información objetiva y suele ser un paso menos intimidante. En esta cita, el audiólogo no solo hará un examen de audición, sino que también responderá a todas las dudas, mostrará diferentes modelos de audífonos (de baterías, recargables, diferentes colores, etc) y explicará cómo se adaptan a las necesidades individuales.


Finalmente, aceptar un audífono no debería considerarse un signo de debilidad, sino una decisión valiente para reconectarse con el entorno. Recuerde: la pérdida auditiva no es solo un problema individual, afecta a toda la familia.