El Día Mundial de la Población 2024 cuyo lema es “Aprovechar el poder de los datos inclusivos hacia un futuro resiliente y equitativo para todos” ofrece a los países, las sociedades y
los responsables de la formulación de políticas la oportunidad, no solo de celebrar las mejoras en la recopilación y el análisis de información, sino también de preguntarse: ¿estamos haciendo las preguntas correctas? ¿Nuestra recopilación de datos es segura para todas las personas? ¿Quién siguen sin ser tomados en cuenta en estos procesos de recolección de datos?
Esta fecha se conmemora en el marco del aniversario 30 de la histórica Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD) celebrada en El Cairo, donde los dirigentes mundiales acordaron que no es posible lograr el desarrollo sostenible inclusivo sin priorizar los derechos humanos incluidos los derechos reproductivos. Los principios de Cairo siguen estando más vigentes que nunca.
Para cumplir su plan de acción, las mejoras en la recopilación y análisis de datos son fundamentales para comprender hasta qué punto ha llegado el mundo en el logro de la salud y los derechos sexuales y reproductivos para todas las personas.
“Este es un buen momento para hablar de demografía, pero también del cumplimiento de los derechos humanos de las distintas poblaciones, en toda su diversidad, desde los datos y desde la evidencia”, comentó Juan Luis Bermúdez, Jefe de UNFPA Costa Rica.
Para Bermúdez, es preciso que los instrumentos que recogen datos tengan una mirada interseccional y puedan visibilizar a las diversidades de poblaciones para lograr políticas de precisión que se ajusten a las demandas de la ciudadanía.
Los datos desglosados por categorías, como género, condición de discapacidad, etnia y otros factores, pueden reflejar que el acceso a servicios de salud reproductiva para mujeres pueden variar mucho, según Damaris Solano, ALAMUD.
Por ejemplo, a nivel mundial se estima que el 15% de la población vive con alguna discapacidad. Las mujeres con discapacidad pueden ser 10 veces más vulnerables a la violencia de género según el informe de UNFPA Estado de la Población Mundial 2024,. Así lo confirma Damaris Solano, activista por los derechos de las personas con discapacidad y fundadora de la Alianza Latinoamericana de Mujeres con Discapacidad, ALAMUD en una reciente entrevista con UNFPA.
“De acuerdo con la estadística nacional de discapacidad las personas con discapacidad somos el 18%. Pero de ese 18%, el 61% somos mujeres. Es decir que en Costa Rica la discapacidad tiene un rostro femenino que no está siendo considerado en las políticas, en las acciones y en todo lo que se decida”, afirmó. Junto a UNFPA, ALAMUD ha desarrollado una metodología para trabajar el tema de sexualidad en talleres para mujeres con discapacidad.
“Ha habido tan poca información sobre sexualidad, a las mujeres con discapacidad que nos han dicho eternamente somos como angelitos, casi que orinamos agüita bendita (…) Este proceso de autoconocimiento de encontrarse y desmitificar todas las mentiras que nos han dicho es fundamental”, expresa Damaris.
Otras investigaciones de UNFPA revelan desigualdades agudas y crecientes en otros grupos poblacionales, dentro de los distintos países. En Costa Rica, por ejemplo, un reciente encuentro de Mujeres Guardianas de los Océanos, que unió a mujeres que viven en las costas de 11 países de América Latina y el Caribe en el marco de un evento global de ONU
sobre Océanos, dejó claro cómo habitantes de estas zonas son más vulnerables a ser dejados atrás.
“Nosotros en las zonas marítimas, zonas alejadas, tenemos limitaciones en acceso a servicios médicos, especialidades, hay embarazos no deseados, falta de educación sexual, muchísimas cosas, porque quizás en nuestro pasado no teníamos acceso a eso, sin embargo así hemos llevado a la vida y con todas estas limitaciones hemos seguido trabajando”, dijo Liliana Martínez, lideresa de Isla Chira.
“En todo el mundo las personas más vulnerables siguen estando sub representadas en los datos. Las consecuencias de esto afectan profundamente sus vidas y su bienestar. No ser contada es ser invisible y por ese motivo quedarse sin recibir servicios”, dice Natalia Kanem, Directora Ejecutiva de UNFPA.
En el caso de población afrodescendiente, un análisis de 2023 reveló que debido en parte al abuso racista generalizado en el sector salud, las mujeres y las niñas afrodescendientes del continente americano corren un riesgo elevado de morir durante el embarazo. Sin embargo, solo 4 de los 9 países incluidos en el estudio recopilan datos comparables sobre mortalidad materna desglosados por raza. Estos datos, cuando están disponibles, podrían conducir a un cambio.
UNFPA Costa Rica es parte de un proyecto financiado por el Gran Ducado de Luxemburgo de prevención de embarazo en la adolescencia en juventudes afrodescendientes del Caribe centroamericano, que revela también la necesidad de información y datos para tomar decisiones.
“30 años atrás las mujeres no tenían derecho a decidir sobre sus cuerpos, el esposo les decía, quiero tener un bebé y ella tenía que tener el bebé porque ella no mandaba sobre
su cuerpo. Y ahora, en esta época actual, vemos que en unos años, en Costa Rica, vamos a ser puros adultos mayores, porque las jóvenes ya no queremos tener hijos”,
expresó Sharilene Evans, estudiante de enfermería.
El sentir de Evans representa a muchas personas jóvenes en Costa Rica, país que se enfrenta a la ultrabaja fecundidad. En el 2023 se registró en Costa Rica una tasa global de fecundidad (TGF) de 1,29 (Rosero-Bixby, 2023). Sin embargo, aún no existe claridad si los resultados que se observan actualmente se tratan de una reducción en la cantidad de hijos e hijas por familia o una posposición del momento de tener hijos e hijas. Este panorama plantea diversos escenarios, lo cual muestra la importancia de analizar, prever y
planificar,en la medida de sus posibilidades y condiciones de desarrollo, la reducción en la fecundidad del país, explicó el demógrafo Luis Rosero Bixby en una Simposio sobre ultrabaja fecundidad realizado en febrero del 2024.
Proyecciones del INEC, presentadas justamente este 11 de julio, confirman que para el 2050 se proyecta que las personas de 0 a 12 años representen un 10% de la población nacional, mientras que las de 85 o más serán un 5%. Para el 2100 los números cambiarán, habrá 6,7% de personas de 0 a 12 años y subirá a 18,5% el porcentaje de personas de 85 años y más.
Aporte de UNFPA Costa Rica a las estadísticas costarricenses El apoyo a la preparación y el análisis de los censos y otras encuestas de población es parte del trabajo de
UNFPA, como medio fundamental para garantizar que todas las personas, especialmente las más dejadas atrás, estén en el centro de las políticas de desarrollo sostenible.
En Costa Rica el apoyo se ha dado en los Censos del 2011 y 2022, en donde se ha acompañado al INEC para incorporar el enfoque étnico-racial en la producción de estadísticas oficiales, incluyendo campañas de comunicación.
También UNFPA ha sido parte de la Primera y Segunda Encuestas Nacional de Juventud, así como de las Encuestas de Salud Sexual y Reproductiva. Con base en los datos de estadísticas vitales del INEC y datos del Censo de Población 2011, UNFPA desarrolló el Sistema de información estadística sobre características sociodemográficas de los
nacimientos en Costa Rica, con énfasis en niñas y adolescentes, información que se actualiza constantemente y que es fundamental para tomar decisiones que permitan alcanzar la meta de UNFPA de cero necesidades insatisfechas de planificación familiar, cero muertes maternas evitables y cero prácticas nocivas y violencia de género.
Puede ver un listado completo de los apoyos de UNFPA en temas de datos en Costa Rica en: https://bit.ly/3VY5s8v