Cinco proyectos en Costa Rica, El Salvador y Honduras aportan desde el sector privado soluciones ambientalmente sostenibles que contribuyen a una mayor representación de las mujeres en el sector empresarial y un mejor acceso a los recursos, haciéndolas más resilientes frente a los impactos económicos actuales.
A través del Programa Ideas para una Recuperación Verde en Centroamérica y República Dominicana (IR Verde), que implementa la Cooperación Alemana para el Desarrollo, GIZ, por encargo del Ministerio Federal Alemán de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ), estos cinco proyectos, donde el sector privado de la región contribuyó con el 58% de los recursos para su ejecución, aportaron soluciones innovadoras para crear y mantener puestos de trabajo. Se lograron mantener 662 empleos, siendo el 71% de ellos ocupados por mujeres, y se crearon 186 nuevos puestos de trabajo, el 89% para mujeres.
Kathrin Russner, Directora del Programa Ideas para una Recuperación Verde, afirma: “Desde IR Verde creemos en transversalizar la perspectiva de género a través de la implementación de ideas innovadoras en el sector privado, para potenciar una mayor igualdad de las mujeres y promover inversiones que aceleren el progreso regional”.
IR Verde publicó este marzo un paquete con estudios de buenas prácticas relacionados a la participación de las mujeres en diferentes sectores productivos, mostrando cómo su participación dentro del sector empresarial contribuye a una economía ambientalmente sostenible a lo largo de la región centroamericana. Estos proyectos ejecutados en Costa Rica, El Salvador y Honduras son ganadores de los concursos que realizó IR Verde en la región SICA.
Mujeres potencian el sector agrícola costarricense
La Fundación para la Sostenibilidad y Equidad (ALIARSE) y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) abordan las desigualdades de género en el sector agropecuario de Costa Rica, brindando capacitación a mujeres emprendedoras en el uso de herramientas digitales. De las 134 mujeres capacitadas, 126 lograron mantener activas sus asociaciones, generando 72 empleos y fortaleciendo indirectamente otros 43. Este impacto se extiende a 510 mujeres en comunidades adicionales.
Eco Sweet, enfocada en la producción de piña orgánica, y en colaboración con la Universidad Técnica Nacional (UTN), han desarrollado una fibra para textiles y bisutería. A través de capacitaciones, se empoderó a mujeres, generando 66 nuevas oportunidades de emprendimiento, especialmente para 60 mujeres en la región Huetar Norte. El proyecto permitió a Eco Sweet mantener diez empleos, con un enfoque inclusivo al ocupar cinco de estos puestos con mujeres.
Lisan y Cafetalera Aquiares diversificaron sus actividades para afrontar la crisis. Las mujeres de la comunidad de Aquiares jugaron un papel clave al establecer un grupo para producir aceites medicinales. Aquiares se convirtió en proveedor de materia prima para Lisan, fortaleciendo ambos estándares responsables. El proyecto no solo generó empleo y aumentó los ingresos, sino que también capacitó a las mujeres en nuevas actividades económicas, promoviendo habilidades y trabajo en equipo. El éxito se atribuye al apoyo integral de las partes involucradas, brindando acompañamiento técnico, capacitaciones y estructuras sólidas.
Mujeres hondureñas nutren de bienestar a sus comunidades gracias a la producción de miel Miel Trigona, enfocada en productos apícolas innovadores y de alta calidad, abre camino en un sector con alto potencial en el país. La empresa capacita a mujeres de la comunidad de El Ovejo, Lepaterique, para convertirlas en proveedoras de miel, fomentando el bienestar familiar y comunitario.
A través de capacitaciones y suministro de material apícola, se incentiva la producción de miel y derivados de la colmena, como la cera para la fabricación de velas y jabones. A corto plazo, se crearán 10 empleos directos con el grupo de mujeres, contribuyendo no solo a los ingresos familiares, sino también capacitándolas como emprendedoras para generar autoempleo y ser fuentes de trabajo adicionales.
Mujeres sazonan la recuperación verde en El Salvador Sabor Amigo, destacada en la producción de salsas, prioriza la inclusividad para un crecimiento sostenible. Además de mejorar su huella hídrica y energética, la empresa respalda microemprendimientos mediante capacitación en producción de alimentos. El programa, en colaboración con ONGs, beneficia a personas vulnerables, principalmente mujeres y jóvenes. Se mantienen 463 empleos, 324 ocupados por mujeres, y se crean 31 nuevas oportunidades
laborales, 17 para mujeres. Los ahorros en costos impulsan financieramente a largo plazo a estos grupos, destacando el compromiso social y económico de Sabor Amigo.
A través de iniciativas ejemplares como las de ALIARSE, MAG, Eco Sweet, Miel Trigona y Sabor Amigo, las mujeres se destacan como agentes clave para una recuperación ambientalmente sostenible y una transformación económica positiva. Su participación en proyectos que promueven la inclusión de género, capacitación y emprendimiento no solo resalta su habilidad para superar desafíos, sino que también subraya el impacto significativo que tienen en sus comunidades.
