La obesidad en niños y niñas crece rápidamente, provocando un problema latente entre este sector de la población.
El MEP y los padres se acusan mutuamente, dejando que la situación en muchos casos continúe negativamente.
El sobrepeso en menores de edad se triplicó, tenía un índice del 14,9% en 1996 y ahora en la actualidad, más del doble.
La Escuela Carmen Lyra es un centro educativo ubicado en Alajuelita y del cual se ha conocido su esmero por mantenerles una dieta saludable a los niños y niñas.
“Aquí estamos muy pendientes de la buena alimentación y los directores que han estado acá han sido muy respetuosos de cumplir el menú”.
Mientras la obesidad sigue aumentando, en muchas ocasiones se encuentran solamente buscando culpables y no precisamente la solución, como en pocos casos.
“En el centro educativo siempre buscamos que mantengan una alimentación saludable con cero azúcares, pero uno los ve en la calle y andan con gaseosas”.
En el Ministerio de Educación Pública (MEP), insisten en que es necesario consideran que los padres de familia deben ver los comedores como un completo de alimentación para los menores y no como la base principal.
Es necesario poner atención en casa para una nutrición adecuada para los menores.
“Lo que se pretende es que ese servicio complementario se brinde de la mejor manera, dentro de nuestra competencia. Es muy difícil para el MEP verificar en que condiciones se están desarrollando en los hogares”.
Es por esto, que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hizo un llamado de atención al país y solicitó más atención puesta en práctica, para reducir la obesidad, una situación que expone a los menores a enfermedades cardiovasculares y a padecimientos como la hipertensión o la diabetes.