RubenTop Feb 2022

La familia creció desde Semana Santa, ahora en la casa hay dos perros, El Calambres, que ya estaba, se sumó el Firulais y el gato Blue Demon, llamado así por peleón. Todos irán al paseo de vacaciones de medio año, de ahí que la Policía de Tránsito lanza algunas recomendaciones de cómo trasladarlos.


Si bien la Ley de Tránsito no establece ninguna normativa para su traslado, en las redes sociales del Ministerio de Obras Públicas y Transportes suelen consultar si existe legislación,
multas y cómo llevarlos mejor, más seguros.


Así, desde esa necesidad, el director de la Policía de Tránsito, Oswaldo Miranda Víquez, quiso recordar que el único elemento de la Ley que se vincula con las mascotas es que no se debe hacer otra actividad mientras se conduce, y llevar a la mascota en las piernas, en los hombros (visualicemos un hámster, o una iguana, por ejemplo) mientras se conduce, es una falta, con un valor de ¢123.000. Lo mismo que aplica si la persona conduce y se va maquillando, o va utilizando el celular, sin el manos libres.


Respetado este tema, queda a la decisión de cada persona cómo llevar al animalito, pues solo pueden dar recomendaciones. Eso sí, se insta a que el animalito no ande suelto, a la libre, en el carro, pues será el primer afectado en un choque; saldrá “volando” tras el impacto, con las consecuencias fatales que eso podría implicar.


Incluso, el animalito, con su peso, se convierte en un proyectil que podría golpear a alguna de las personas que van en el vehículo, en un accidente. También, es un riesgo que saque mucho el cuerpo o la cabeza por la ventana, podría golpearse con una moto, con un poste, con el retrovisor de otro carro o, peor todavía, podría caer o saltar a la calle, con las lesiones consecuentes o ser atropellado por otro vehículo y hasta provocar una tragedia con otras personas que, al tratar de esquivar el bulto que cayó intempestivamente
del otro carro (el animalito), se estrellan.


También, por instinto, si van asomados por la ventana podrían hacer a morder a algún peatón, a un ciclista o a un motociclista, mientras el vehículo está detenido.


Lo ideal, indicó Miranda, es llevarlos en los asientos de atrás, sujetos, no sueltos en el asiento del acompañante, porque podría caer en los pedales e impedir que el conductor pueda frenar y provocar, así, una tragedia.


En resumen, para que el animal corra menos riesgo de muerte, en un accidente, debe ir sujeto a un dispositivo especial para ellos, algo similar a un dispositivo para niños.