Datos de COOPESIBA R.L indican que por cada 100 consultas que reciben al mes en el servicio de salud mental por temas de relaciones de pareja, el 90% de ellas son de mujeres que conviven en una relación tóxica, siendo las más afectadas las mayores de 35 años.
Una relación de pareja tóxica se determina cuando esta genera niveles intensos de malestar y destrucción en una o a las dos partes. Algunos de los hábitos poco saludables que la hacen ser tóxica son: Falta de complicidad y sinceridad, adicciones, desconfianza, maltrato psicológico, dominio sobre la otra persona, entre otros. Generalmente, una relación tóxica se establece entre dos tipos de personas, la manipuladora y la susceptible a la culpabilidad, sensible y vulnerable, que sufre de dependencia afectiva y que usualmente está volcada a los demás. “Las mujeres de 35 años son las que sufren más de esta situación porque ya existe madurez y comprensión de cómo debe ser una relación de pareja sana y satisfactoria”, señala Frauke Aguilar, enfermera en salud mental del Área de Salud de San Pablo de Heredia. La profesional en salud mental agrega que una persona puede darse cuenta si está dentro de una relación tóxica si en la convivencia con su cónyuge tiene sentimientos y emociones como: Malestar emocional, miedo, tristeza, dolor, cólera, confusión y hasta angustia. La especialista asegura que entre las principales razones del por qué las féminas permanecen en esta situación de pareja es por baja autoestima y sentimientos de inseguridad. “En nuestro trabajo clínico hemos observado que el miedo a la soledad, apego emocional y los sentimientos de confusión son las principales razones de su permanencia dentro de una relación de pareja poco saludable. El apego emocional dentro de una relación viene del miedo y no es saludable porque hay apego y control ”, explica la doctora en Enfermería. Las secuelas Lo preocupante es que a largo plazo este tipo de relaciones llevan a la víctima a desarrollar trastorno mental como la ansiedad. “Desgraciadamente cuando vienen a consulta es porque han caído en trastornos mentales como la ansiedad y la depresión. Para revertirlos, el primer paso que se debe seguir es que la víctima acepte que necesita ayuda. De ahí en adelante nuestro trabajo comienza desde la evaluación de las emociones que la (o) hacen sentir convivir con aquella persona. Debemos trabajar en mejorar la autoestima para que pueda decidir cuál es el mejor camino para ella o él”, amplía la Dra. Aguilar. Si usted es asegurado (a) al Área de Salud de San Pablo de Heredia y requiere apoyo en salud mental debe dirigirse al médico de EBAIS y solicitar la referencia para valoración. Si por el contrario pertenece a otra Área de Salud solicite apoyo profesional en dicho lugar. Otras señales para identificar si su pareja es tóxica Se puede determinar que una persona es tóxica en una relación de pareja cuando presenta los siguientes comportamientos la mayoría del tiempo: Le molesta que pase tiempo en familia o con sus amigos. Investiga sus redes sociales o teléfono celular. No respeta su privacidad. Controla sus gastos personales, como por ejemplo, le pide explicaciones sobre sus facturas. Asume el papel de papá o mamá dentro de la relación. Consulta sus horarios y planifica su vida sin pedirle opinión. Existe menosprecio y le da a entender que usted no sería nada sin él o ella. Si tiene contacto con una persona del sexo opuesto se molesta en exceso incluso obligándola (o) a no tener contacto con él o ella. Su pareja se mete en su forma de vestir y en su forma de comportarse. Hace lo posible para restarle importancia a sus logros y virtudes. Cuando tienen una discusión siempre cede la otra parte porque de lo contrario no le dirige la palabra. Siempre le recuerda los fallos y errores que cometió en el pasado. La (lo) culpabilizaba de los problemas laborales o con otras personas. Evita explicarle los problemas o hablar de ciertos temas con él o ella para que no se enoje. En la intimidad, la (lo) chantajea a que realice prácticas sexuales que a usted no le gustan. La (lo) compara con otras parejas sexuales. Cuando hay conflictos, la pareja se comporta como víctima o de forma defensiva sin la capacidad de ceder.