En las etiquetas de los medicamentos hay información vital para los pacientes, como por ejemplo las dosis correctas, la forma y frecuencia de administración y la fecha de vencimiento.
Adicionalmente, se incluye un prospecto, que proporciona información más detallada sobre el fármaco, el principio activo, sus componentes, contraindicaciones y los posibles efectos secundarios.
¿Por qué es importante revisar esta información? Porque los pacientes son una parte activa en la farmacovigilancia ya que pueden contribuir con el monitoreo de la efectividad de los medicamentos y las posibles reacciones que puedan generar. Si se percibe algún efecto inesperado en el medicamento, se debe reportar inmediatamente al profesional de salud.
Los medicamentos pueden actuar de una forma o de otra dependiendo de la rigurosidad con la que se administren. Incluso, un fármaco puede alterar la efectividad de otro o aumentar el riesgo de efectos secundarios, y
esto también aplica para lo que se conoce comúnmente como “hierbas medicinales”. Es por esta razón que en la atención médica siempre se consulta si el paciente está tomando algún medicamento.
En cada país existe una dependencia encargada de la farmacovigilancia, para prevenir los posibles problemas que las opciones terapéuticas pudieran presentar. La función de estos entes es capacitar al personal sanitario, revisar reportes y sitios de interés científico, y publicar alertas de seguridad o actualización de información de etiquetas y prospectos.
La OMS define la farmacovigilancia como la ciencia y las actividades relacionadas con la detección, evaluación, comprensión y prevención de los efectos adversos de los medicamentos, e involucra la falta de efectividad
de medicamentos, uso indebido o abuso, errores en el consumo, fármacos falsificados e interacción entre productos.
Victoria Brenes, Directora Ejecutiva de la Federación de Laboratorios Farmacéuticos de Centroamérica y el Caribe, Fedefarma, recalca que la administración y consumo de medicamentos implica una gran responsabilidad de
parte de todos los involucrados, priorizando siempre la seguridad del paciente. “Las etiquetas y prospectos contribuyen a evitar errores en la medicación, minimizar riesgos y tomar decisiones informadas. Instamos a los
pacientes y personal sanitario al monitoreo constante y a contribuir con los esfuerzos de farmacovigilancia”.
Existe una plataforma en línea que se llama NOTI-FACEDRA, un esfuerzo de Centroamérica y República Dominicana a través del cual se reporta en línea, la sospecha de reacciones adversas a medicamentos y vacunas
de uso humano. Xiomara Vega, Coordinadora del Centro Nacional de Fármaco y Tecnovigilancia del Ministerio de Salud de Costa Rica, indica que este sistema integra a la ciudadanía, los profesionales en salud y la industria
farmacéutica de toda la región, ya que para poder actuar, la farmacovigilancia requiere datos robustos.
La evolución de la seguridad del paciente Entre las iniciativas que han ido tomando fuerza para fortalecer la farmacovigilancia y mejorar la seguridad del paciente en la región están:
-La farmacovigilancia postcomercialización, que incluye el registro de informes de eventos adversos y la identificación de tendencias preocupantes.
-Fortalecer la capacitación técnica en nuevas terapias biológicas y génicas, y avanzar en la armonización
regulatoria en la región.
-Etiquetado electrónico inteligente de los medicamentos, los cuales permitirán la actualización en tiempo real de toda la información, y hasta la posibilidad de ajustarlas a las condiciones del usuario. Por otra parte,
contribuirán a garantizar que el medicamento no ha sido falsificado.
Garantizar la seguridad del paciente es vital para la industria farmacéutica y evita sobrecargar los sistemas sanitarios.
La educación, conciencia y responsabilidad en el proceso de farmacovigilancia es importante para obtener datos que permitan integrarse a la investigación y desarrollo de nuevas moléculas.